Poco a poco lo que menos deseábamos se acercaba: la despedida. Cada vez faltaba menos para regresar a España y se acercaba el momento de despedirse... Lo que empezó como un simple viaje de un Club, acabó como un recuerdo inolvidable en el que se formaron numerosas amistades.
Comenzamos la tarde en el C42, dimos un pequeño paseo por diferentes locales de los Campos Eliseos y por último acabamos la noche frente a la Torre Eiffel donde aprovechamos para realizar las últimas fotografías del viaje.
A parte de la pasión por los coches, todos coincidimos en que ha sido un viaje con cientos de aventuras que han ayudado a crear nuevas amistades y fortalecer las que ya existían, y lo mejor, todos nos dimos cuenta de que nuestro club, aumentará.
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